Qué suerte haberte encotrado allí sonriendo Qué sorpresas abriste cada día en mi soledad Qué sencillo parece ahora caminar y soñar Abrazado a tu lado por el laberinto del tiempo
No me cabe duda,
o quizá sí, quién sabe,
que la casualidad no existe,
tu laberinto y el mío,
el compartido por un nosotros,
tenían programado encontrarse.
Yo me aferro tanto a ti
Aprieto fuerte tu brazo
Aquí me quedo así
Viendo contigo el ocaso
22/02/2011 en 16:45
😀 gracias por tu poético comentario.
Un abrazo.
22/02/2011 en 16:49
No me cabe duda,
o quizá sí, quién sabe,
que la casualidad no existe,
tu laberinto y el mío,
el compartido por un nosotros,
tenían programado encontrarse.
Bellísimo, Alejandro.
Un fuerte abrazo.
22/02/2011 en 17:58
Es fantástica la singladura creativa que nos empuja a surcar nuevos mares en nuestras naves del arte.
No hay mejor compañía que el viento en nuestras velas, las olas rompiendo bajo la quilla y un tesoro de gran belleza en el Paraíso de las Emociones .
😉
22/02/2011 en 20:29
me emocionas.
22/02/2011 en 23:04
Y qué más quiero yo que ser capaz de comunicar emociones 🙂
Muchas gracias.
23/02/2011 en 15:42
I love this one! Not a photograph but an amazing painting.
22/02/2011 en 23:20
I took that photo of a singular place, but cooked it a lot to visualize what I intended.
I vanished color and some details. Then I applied texture of rugged glass.
Finally I found meaning on that painted glass.
Hugs and smiles.
23/02/2011 en 15:48