Miré tu reflejo y no hallé trazas de aquella turba
Qué destreza demuestra la estulticia malvada
Escondiendo la verdad que guardaste tan tuya
Al fin te comprendí a la luz de aquella mañana
Esta entrada fue publicada el 24/03/2011 por Alejandro Ezequiel. Se archivó dentro de pensamiento fugaz y fue etiquetado con arquitectura.
Supe de ti aquella mañana de tus cabellos rojos del furtivo color de tu piel, te vi como un espectro ignoré tu mirada blanquecina mi estulticia, para no saber de tu alma…
24/03/2011 en 16:29
Me encanta que continúes la fugacidad de mis pensamientos.
🙂
25/03/2011 en 16:33
¡no puedo seguiros!pero me encanta
26/03/2011 en 19:19
Mil sonrisas para ti 😉
27/03/2011 en 00:36
¿Esconder la verdad? …si la verdad no existe …forzar su existencia, es dudar! Callar es un derecho humano y la mejor opción ante lo indecible.
28/03/2011 en 01:46
Un ser humano es en su interior algo valioso que a veces es tristemente dañado o condicionado por la sociedad en que vive.
Un abrazo y muchas gracias por compartir.
29/03/2011 en 22:45
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Supe de ti aquella mañana
de tus cabellos rojos
del furtivo color de tu piel,
te vi como un espectro
ignoré tu mirada blanquecina
mi estulticia, para no saber de tu alma…
24/03/2011 en 16:29
Me encanta que continúes la fugacidad de mis pensamientos.
🙂
25/03/2011 en 16:33
¡no puedo seguiros!pero me encanta
26/03/2011 en 19:19
Mil sonrisas para ti 😉
27/03/2011 en 00:36
¿Esconder la verdad?
…si la verdad no existe
…forzar su existencia, es dudar!
Callar es un derecho humano
y la mejor opción ante lo indecible.
28/03/2011 en 01:46
Un ser humano es en su interior algo valioso que a veces es tristemente dañado o condicionado por la sociedad en que vive.
Un abrazo y muchas gracias por compartir.
29/03/2011 en 22:45